La Virgen María madre de Jesús, es sin duda, uno de los seres más bondadosos creado por la gracia de Dios, en la que muchos peregrinos depositan su fe.
Hay varias oraciones milagrosas a la Magnífica (aquí puedes ver algunos ejemplos), para agradecer por los milagros concebidos, y a la vez para pedir perdón por los pecados del hombre.
Evidentemente, existen varios motivos que hacen que sea amada por los creyentes, ante su papel de mediadora entre los humanos y Dios.
La Virgen María: estuvo siempre en el plan de Dios
La Virgen María estuvo siempre en el plan de Dios, incluso antes de que ella naciera, dotándola de dones especiales al librarla del pecado.
Humilde y creyente del Todopoderoso, la Virgen dio a luz a Jesús, estuvo en la pasión y muerte de su hijo, y después en el momento de la encarnación.
Asimismo, en compañía de los discípulos recibió al Espíritu Santo, y al parecer hizo acto de presencia en la Ascensión del Señor Jesucristo.
En este sentido, el Todopoderoso ha honrado a María, por ser la madre de su hijo unigénito, y cumplir con sus designios.
Peregrinos buscan a María para aliviar cargas y buscar la paz del Señor
La Santísima Madre se encuentra en el corazón de cada peregrino, que acostumbra orar para aliviar sus cargas y buscar la paz del Señor.
A Dios le agradada que amen a María, porque ella es ejemplo para seguir el camino correcto, sobre todo para ser mejores humanos y cuidar de nuestra familia.
Una plegaría a la Virgen, ayuda a fortalecer el espíritu, para sentiros mejor con nosotros mismos, y nuestro entorno, enfrentando así las dificultades.