La Buena Nueva: Dios ha enviado a su Hijo
La base central, el epicentro de nuestra fe y, por tanto, como aparece en el credo, es la condición de aceptación del enviado por nuestro Padre celestial, Jesucristo nuestro Señor.
Es fácil decir: Yo creo en Jesucristo, pero hay Tantas personas que dicen que saben algo o mucho sobre nuestro señor.
Esto se trata no es de saber mucho o muy poco sobre Jesús, sino de profundizar y escudriñar en lo que significa decir: «creo en Jesucristo».
Existen tantas corrientes religiosas y para-religiosas que en su mayoría hablan de un Jesús lleno de cualidades como las posee un ser humano, pero que finalmente es un hombre más como todos. Uno de los tantos que destacaron en la historia de la humanidad. En este tema vamos a ver quién es Jesús en realidad. Porque sin tener a Jesús en nuestras vidas, no tiene razón de ser es un sinsentido nuestro cristianismo:
En la catequesis lo que se enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo demás en referencia a Él; el único que enseña es Cristo, y cualquier otro lo hace en la medida en que es portavoz suyo, permitiendo que Cristo enseñe por su boca… Todo catequista debería poder aplicarse a sí mismo la misteriosa palabra de Jesús: «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado» (Jn 7, 16) (Cat. Nº 427; CT 6).