Características de la Confesión
El Sacramento de la Confesión, Reconciliación o Penitencia, representa volver a tener una amistad con Dios, quien mediante nuestro arrepentimiento de corazón, está dispuesto a perdonar nuestros pecados para continuar con nuestro camino a la santidad, prometiendo no pecar nunca más.
¿El confesor está obligado al secreto?
Debido a la magnitud de lo que representa este sagrado sacramento, además de guardar el debido respeto a los fieles, los confesores tienen la obligación, sin excepción alguna e inclusive, se le aplican penas severas a quienes rompan la normativa de mantener el sigilo sacramental, es decir, el absoluto secreto sobre los pecados que se llegan a conocer durante la confesión.
¿Por qué no podemos confesarnos directamente con Dios?
Podemos pedir perdón directamente a Dios en medio de nuestra oraciones dirigidas hacia Él, siempre y cuando no sean promesas y confesiones vagas, que no vengan de un corazón verdaderamente arrepentido. Aun así, Jesús fue el que nos indicó cómo debía realizarse correctamente este vínculo con Dios para arrepentirnos por nuestros pecados.
Luego de resucitar, instruyó este Sacramento de la Confesión a sus Apóstoles diciendo: “Recibir el Espíritu Santo, q quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Evangelio de San Juan 20, 22 – 23).
La confesión representa para los cristianos un encuentro personal con Cristo mediando el sacerdote. También se le conoce como el sacramento de la penitencia y reconciliación, pues mediante el mismo, Dios está dispuesto a perdonarnos luego de habernos sentido realmente arrepentidos por nuestras faltas.